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CASA PIEDRA NEGRA
LOTE N° 62
Como cajas que convergen en sus aristas, un juego de varios volúmenes se articulan entre sí y organizan tres sectores principales en esta casa de 623 m2: un sector destinado a las funciones públicas y de servicios, un sector social y otro privado. La relación que se establece entre los sectores está determinada por los vacíos entre las cajas: dos patios internos con vegetación que aseguran la iluminación y ventilación de todos los ambientes públicos.
Previo de la entrada al sector principal, un gran techo con espacio para tres vehículos y un amplio depósito de guarda se encuentran a la derecha de un camino recto que alinea la entrada con el frente de la casa. Revestida en tablas de madera, la puerta principal se impone por su categoría y altura, y en el diálogo con los muros revestidos de piedra negra sin junta configura la fachada principal de esta vivienda que se destaca por las sutiles diferencias de volúmenes y una paleta reducida de materiales de categoría.
Una circulación perpendicular al ingreso conecta todos los espacios. En el sector principal, con una altura interior de 3,6 metros, se encuentran el hall de ingreso, una cocina con el comedor dispuesto sobre una isla central, y una sala de estar. Se trata de un espacio integrado, de tonos cálidos, con revestimientos de madera y un ventanal que conecta una galería en semicubierto con vistas al fondo del lote y al hoyo 16.
Plano de Planta
En un extremo de la circulación principal, se ubica el sector social, ligeramente separado de la cocina por un patio de tres metros de ancho, que aporta iluminación a cada espacio, mientras se traslucen los rayos a través de las hojas de la vegetación.
Una sala de estar con hogar y un sector comedor con una mesa para más de doce personas, que se vinculan con la zona de la parrilla. La dimensión de los espacios sociales y su independencia del resto de los programas de la vivienda, los vuelve ideales para los encuentros puertas adentro o al aire libre.
Las alturas interiores de los espacios de apariencia minimalista, con puertas de petiribí y ventanas color anodizado natural de piso a techo, sumadas a los cielorrasos de hormigón visto, los solados tipo cementicios en placas de grandes dimensiones y las columnas metálicas, equilibran un lenguaje de líneas nítidas y ambientes zonificados. La altura generosa favorece la presencia de las ventanas horizontales ubicadas en altura cerca de la losa, que captan la luz, elevan las miradas al cielo y permiten la circulación cruzada de aire en toda la vivienda.
En el otro extremo del pasillo, e igualmente articulado por un patio plantado, el sector privado consta de dos habitaciones con baño privado y un dormitorio principal con vestidor, baño zonificado en tres áreas (antebaño, inodoro y ducha con bañera), y un escritorio.
Apartada de la casa unos metros, y en paralelo a la galería, una gran piscina cementicio completan el conjunto en un lote ideal para llevar una vida de campo.