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CASA HOTEL BOSQUE
LOTE N° 42
Esta Casa Hotel Bosque de casi 750m2 enclavada entre los árboles del bosque nativo, está situada a pocos metros del hotel principal de Estancia La Paz.
De planta radial, sus siete brazos se abren rotando hacia cada lado del lote circular donde se implanta, y presenta las condiciones ideales para funcionar como residencia de alquiler temporario independiente, o bien como una vivienda con habitaciones de gran autonomía.
Plano de Planta
Desde la calle aparece sutilmente uno de los bloques que recibe el ingreso. Un semicubierto con capacidad para cinco vehículos organiza la entrada, y en el centro se abre un gran patio con rica vegetación encerrado por una galería de hormigón visto y columnas metálicas. Este espacio funciona como el lugar de encuentro general antes del ingreso a cada unidad.
Las unidades funcionan como monoambientes autónomos y comparten entre sí un espacio de uso común equipado con cocina, un comedor y una sala de estar. Hacia el remate del volumen, surge un sector exterior con parrilla en continuidad con una pileta emplazada sobre dos de sus bordes, mientras que el resto de su perfil es curvo.
La distribución aislada de cada unidad le confiere al proyecto gran valor sustentable, ya que evita la calefacción de la vivienda completa y subordina el acondicionamiento a los usos específicos. De la misma manera, el conjunto se destaca por una lógica autónoma que prioriza la intimidad de cada una de las unidades.
Los revestimientos en madera de todos los exteriores e interiores, el pórfido patagónico gris irregular de todos los solados, sumados a la terminación final de hormigón en la superficie de los cielorrasos, establecen una estética contemporánea que dialoga con la imponente presencia del verde. Entre el anonimato de las unidades privadas y los grandes espacios de encuentro que confluyen con la naturaleza, la Casa Hotel que propone MAPA tiene las cualidades equilibradas para socializar y descansar en medio del bosque.
El patio interior central, protagonista del proyecto, crea una relación inédita con la naturaleza, al tiempo que conserva la independencia necesaria para resguardar los ingresos de las cinco unidades y el sector social.
Cada unidad monoambiente consta de un dormitorio con baño privado, una pequeña cocina y un agradable sector de estar con mesa de comedor frente a una salamandra. Al mismo tiempo, cada brazo tiene su propia expansión privada, que se traduce en un balcón semicubierto con generosas vistas del paisaje.